Hace ya un año desde la última vez que fuimos a pedalear por Patones. Demasiado tiempo, dado el buen recuerdo que todos guardábamos de la zona. Por fin, este sábado nos decidimos a repetir la ruta que tanto nos gustó el invierno pasado. Y las sensaciones han sido las mismas o incluso mejores. De verdad que es una de esas rutas que se te quedan marcadas y que te apetece recomendar a todo el mundo que monta en bicicleta.
DATOS DE LA RUTA
ASISTENTES
Nacho, Javi, Nano y David.
CRÓNICA DE LA RUTA
La ruta comienza desde Patones de Abajo, para subir a Patones de Arriba por la carretera m-912. La pendiente es suave —salvo alguna que otra curva— y se hace con tranquilidad al no haber nada de tráfico en las primeras horas de la mañana. Dejamos Patones de Arriba a nuestra izquierda para coger un camino que vuelve a picar hacia arriba y que nos lleva serpenteando durante varios kilómetros hasta cruzarnos con la carretera m-134, en la última de las tres subidas que tiene este primer tramo.
A partir de aquí, volvemos a bajar todo lo que hemos subido por un terreno en el que hay que tener cuidado debido a las altas velocidades y a la tierra y piedras sueltas que forman el camino —un servidor casi se cae por llevar las ruedas demasiado hinchadas—. Llegamos a la parte más bonita de la ruta. Pedaleamos por un camino pegado al río Lozoya —que separa las provincias de Madrid y Guadalajara en ese punto—, y cuyas aguas nos acompañan hasta la presa de la Parra. Buen momento para hacer un descanso y comer algo antes de cruzar la presa y afrontar la segunda parte de la etapa.
Retomamos la marcha, y después de un tramo estrecho y revirado que nos obliga a ir en fila india, afrontamos una larga subida —unos 4 kilómetros con una pendiente media del 10%— que nos dejará en el camino de Alpedrete de la Sierra. El año pasado este tramo estaba muy embarrado y hizo la ascensión un pelín dura. Este año tan solo vemos —en alguna de las curvas más cerradas y ocultas por el sol— varios charcos de agua congelada. Una vez en el camino de Alpedrete, como si de una montaña rusa se tratara, volvemos a bajar para volver a afrontar la última subida relativamente larga hacia el pueblo de Alpedrete, dónde repusimos fuerzas en el único bar del pueblo a base de cerveza con limón y tortilla de patatas.
Después de la parada —quizás demasiado larga viendo cómo se quejan nuestras piernas al volver a montar en la bici—, salimos del pueblo y cogemos un camino de tierra que sale a nuestra derecha para entrar en el camino de patones de abajo, que discurre sobre el canal del Alto Jarama. Es un tramo asfaltado, con subes y bajas en los primeros kilómetros que se hace algo exigente —seguro que el parón tiene mucho que ver—, para justo después bajar hacia la carretera que nos conduce a Patones de Abajo —4km por el arcén—. Deberíamos buscar una alternativa a estos últimos kilometros, aunque ni este feo tramo consigue enturbiar el conjunto general de la etapa.
Ya en el destino, nos esperaban nuestras parejas, que habían decidido pasar el sábado después de la ruta con nosotros. Fenomenal el rato que pasamos juntos, comiendo al sol en una terraza de Patones de Abajo. Sin prisas, recogimos las bicis y los bártulos y subimos de nuevo a Patones de Arriba —esta vez en coche— para dar una vuelta por el pueblo y tomar un café en uno de los restaurantes de la zona.
En resumen, un día fantástico, que nos dejó con las piernas cansadas y los estómagos llenos en la mejor de las compañías. Espero y deseo que no tenga que pasar otro año para volver a repetir esta magnífica ruta.
FOTOS
Resto de fotos, tomadas automáticamente con la go pro.
DATOS DE LA RUTA
- Distancia: 38 km
- Tiempo: 2:37:17
- Altura ganada: 854 metros
- IBP: 59
- Más detalles, mapa y tack:
http://connect.garmin.com/activity/150537504
ASISTENTES
Nacho, Javi, Nano y David.
CRÓNICA DE LA RUTA
La ruta comienza desde Patones de Abajo, para subir a Patones de Arriba por la carretera m-912. La pendiente es suave —salvo alguna que otra curva— y se hace con tranquilidad al no haber nada de tráfico en las primeras horas de la mañana. Dejamos Patones de Arriba a nuestra izquierda para coger un camino que vuelve a picar hacia arriba y que nos lleva serpenteando durante varios kilómetros hasta cruzarnos con la carretera m-134, en la última de las tres subidas que tiene este primer tramo.
A partir de aquí, volvemos a bajar todo lo que hemos subido por un terreno en el que hay que tener cuidado debido a las altas velocidades y a la tierra y piedras sueltas que forman el camino —un servidor casi se cae por llevar las ruedas demasiado hinchadas—. Llegamos a la parte más bonita de la ruta. Pedaleamos por un camino pegado al río Lozoya —que separa las provincias de Madrid y Guadalajara en ese punto—, y cuyas aguas nos acompañan hasta la presa de la Parra. Buen momento para hacer un descanso y comer algo antes de cruzar la presa y afrontar la segunda parte de la etapa.
Retomamos la marcha, y después de un tramo estrecho y revirado que nos obliga a ir en fila india, afrontamos una larga subida —unos 4 kilómetros con una pendiente media del 10%— que nos dejará en el camino de Alpedrete de la Sierra. El año pasado este tramo estaba muy embarrado y hizo la ascensión un pelín dura. Este año tan solo vemos —en alguna de las curvas más cerradas y ocultas por el sol— varios charcos de agua congelada. Una vez en el camino de Alpedrete, como si de una montaña rusa se tratara, volvemos a bajar para volver a afrontar la última subida relativamente larga hacia el pueblo de Alpedrete, dónde repusimos fuerzas en el único bar del pueblo a base de cerveza con limón y tortilla de patatas.
Después de la parada —quizás demasiado larga viendo cómo se quejan nuestras piernas al volver a montar en la bici—, salimos del pueblo y cogemos un camino de tierra que sale a nuestra derecha para entrar en el camino de patones de abajo, que discurre sobre el canal del Alto Jarama. Es un tramo asfaltado, con subes y bajas en los primeros kilómetros que se hace algo exigente —seguro que el parón tiene mucho que ver—, para justo después bajar hacia la carretera que nos conduce a Patones de Abajo —4km por el arcén—. Deberíamos buscar una alternativa a estos últimos kilometros, aunque ni este feo tramo consigue enturbiar el conjunto general de la etapa.
Ya en el destino, nos esperaban nuestras parejas, que habían decidido pasar el sábado después de la ruta con nosotros. Fenomenal el rato que pasamos juntos, comiendo al sol en una terraza de Patones de Abajo. Sin prisas, recogimos las bicis y los bártulos y subimos de nuevo a Patones de Arriba —esta vez en coche— para dar una vuelta por el pueblo y tomar un café en uno de los restaurantes de la zona.
En resumen, un día fantástico, que nos dejó con las piernas cansadas y los estómagos llenos en la mejor de las compañías. Espero y deseo que no tenga que pasar otro año para volver a repetir esta magnífica ruta.
FOTOS
Resto de fotos, tomadas automáticamente con la go pro.
2012/02/18 Patones |
Buena ruta, Patones es un sitio espectacular, tanto para pasear con la familia y comer en un buen asador, como para disfrutar con la bici. Que tal va la Occam David?
ResponderEliminarHola tocayo. La occam va mejor que bien, estoy contentísimo. Que te lo digan mis compañeros que les llevo aburridos.. ¿Tú cuándo te decides a pasar al lado oscuro de las dobles? :)
EliminarDavid, te recuerdo que te tienes que estudiar la cámara para que saque fotos sin el ojo de pez.
ResponderEliminarEste domingo habrá alguna zona chula también para grabar en vídeo.
La verdad es que las deforma bastante. Prometo leerme las instrucciones antes del domingo y ver si se puede cambiar algo en el modo foto.
Eliminar