Nunca dejes de montar en bici

Por favor, no aparques tu bicicleta en el trastero, triste y sola cogiendo polvo. Es tentador. La vida diaria deja poco tiempo para el ocio como para encima gastarlo practicando un deporte tan sacrificado como el ciclismo. ¿Por qué madrugar antes de que salga el sol en verano? ¿Por qué soportar el frío y la lluvia en invierno? ¿Por qué sacar tiempo de donde no lo hay para ir al gimnasio o salir a correr entre semana?

Porque la bicicleta es salud, es encontrarse vivo, fuerte. Es sentirse libre. Y no hay dinero que pague esas sensaciones. Cuando estás en forma, sientes que puedes con todo. Encuentra tu motivación, quítate el estrés de encima, rejuvenece con cada pedalada, mejora tu humor, supérate día a día, comparte con tus amigos, descubre nuevos lugares y vive nuevas experiencias.

Pero sobre todo diviértete, llega con una sonrisa de oreja a oreja a casa, que tus personas queridas se contagien de tu alegría, cumple con tus obligaciones y afronta los problemas del día a día sabiendo que podrás con ellos. Porque la vida es imprevisible y te puede cambiar en cualquier momento, por favor, nunca dejes de montar en bici.