Una vez más, nos juntamos parte del grupo para sumar kilómetros y preparar los retos que tenemos en mente para esta primavera. En esta ocasión, decidimos unir dos rutas que hacemos habitualmente en una sola: Vuelta al Soto de Viñuelas desde Alcobendas y bajar a El Pardo desde la Universidad Autónoma para volver a Alcobendas por el Monte de Valdelatas. Al ser rutas conocidas pretendemos hacer kilómetros sin sobresaltos y sin andar perdiendo el tiempo mirando el gps en cada desvío. Además, el terreno es bastante plano y eso nos debería permitir rodar con velocidad —aunque finalmente el terreno resultara ser bastante rompepiernas—.
ASISTENTES
Javi, Nacho y David. Chema nos acompañó en la primera parte de la ruta y Nano en la última —la más divertida según sus palabras—.
DATOS DE LA RUTA
Empezamos la ruta tarde, a las 10am. Con previsiones de casi 20 grados y de mucho sol no parecía una elección muy acertada. Pero es que este equipo no se priva de nada, mucho menos de salir la noche anterior. Aún así, llego al punto de partida 5 minutos tarde. Mi manera de disculparme es llevar bollería casera para cargar las pilas —aunque algún mal pensado lo viera como un boicot a la ruta nada más empezar, todos desayunaron por segunda vez sin poner demasiadas objeciones—
La ruta discurre por la Dehesa Boyal de San Sebastián de los Reyes, para atravesar el Polideportivo y afrontar la exigente subida que atraviesa Fuente el Fresno con dirección a la urbanización de Ciudalcampo. Desde aquí se coge un sendero estrecho y peligroso por la falta de visibilidad y los ciclistas que vienen en dirección contraria —sobre todo los que no se apartan ni un milímetro de su trayectoria—. Una vez finalizado el sendero, nos encontramos con una pista ancha que irá pegada durante muchos kilómetros al muro del Soto de Viñuelas. Es un tramo rompepiernas, sin subidas duras pero con varios repechos, totalmente despejada de árboles.
Atravesamos Tres Cantos y nos incorporamos al carril bici que viene de Colmenar Viejo para hacer la primera parada en la estación de renfe de El Goloso, lugar donde Chema nos abandona para volver a Alcobendas y donde Nano se incorpora a hacer la última parte de la ruta. No quiere perderse la bajada a El Pardo.
Cogemos un camino que sale detrás de la estación con el objetivo de quitarnos algo de carril bici y llegar a la estación abandonada de Valdelatas. A los pocos kilómetros de rodar por el camino, Nacho sufre un pinchazo y tenemos que parar durante unos minutos. Esta vez no hubo grabación como en la semana anterior, sin Felipe para hacer de comentarista no hubiera sido lo mismo.
Después de rodar durante varios kilómetros paralelos a la M-40 por el GR-124, nos cruzamos con la carretera de Fuencarral a El Pardo. Aquí cogemos una bajada que nos encanta, y que no hace falta que describa ya que por suerte llevaba mi cámara encima.
Ya en el Pardo, hacemos una parada técnica para recargar bidones y retomamos la marcha por la dura subida del GR-124. Con casi 50km en las piernas y primeros síntomas de cansancio, aún nos tomamos la licencia de tirarnos ataques en los repechos más complicados. Al cruzarnos otra vez con la carretera de el Pardo a Fuencarral, decidimos bajar por ella hacia el Anillo Verde Ciclista que pasa por Montecarmelo y desde ahí, pedalear hacia Valdelatas por debajo del entramado entre la M-40 y la carretera de Colmenar.
Justo en la entrada del Monte de Valdelatas nos encontramos con Jose Manuel. Le pillamos metiendo su bici en el maletero del coche después de su ruta individual. Después de un rato de charla, nos despedimos y afrontamos los últimos kilómetros de la ruta. A destacar otro pinchazo sellado con éxito por el sistema tubeless—aunque el susto de ver salir el líquido a presión no nos lo quito nadie—. Qué gozada.
Acabamos la jornada comiendo un bocadillo en un bar ya que se nos ha hecho demasiado tarde como para presentarnos en casa a comer. Aprovechamos para comentar nuestros humildes progresos, y es que nos encontramos muy bien al finalizar la ruta. Monegros con 120km y el Soplao con 165km serán otra historia...
ASISTENTES
Javi, Nacho y David. Chema nos acompañó en la primera parte de la ruta y Nano en la última —la más divertida según sus palabras—.
DATOS DE LA RUTA
- Distancia: 65.71 km
- Tiempo: 3:48:52
- Velocidad media: 17.2 km/h
- Altura ganada: 969 m
- IBP: 74
- Track: http://connect.garmin.com/activity/156539779
Empezamos la ruta tarde, a las 10am. Con previsiones de casi 20 grados y de mucho sol no parecía una elección muy acertada. Pero es que este equipo no se priva de nada, mucho menos de salir la noche anterior. Aún así, llego al punto de partida 5 minutos tarde. Mi manera de disculparme es llevar bollería casera para cargar las pilas —aunque algún mal pensado lo viera como un boicot a la ruta nada más empezar, todos desayunaron por segunda vez sin poner demasiadas objeciones—
La ruta discurre por la Dehesa Boyal de San Sebastián de los Reyes, para atravesar el Polideportivo y afrontar la exigente subida que atraviesa Fuente el Fresno con dirección a la urbanización de Ciudalcampo. Desde aquí se coge un sendero estrecho y peligroso por la falta de visibilidad y los ciclistas que vienen en dirección contraria —sobre todo los que no se apartan ni un milímetro de su trayectoria—. Una vez finalizado el sendero, nos encontramos con una pista ancha que irá pegada durante muchos kilómetros al muro del Soto de Viñuelas. Es un tramo rompepiernas, sin subidas duras pero con varios repechos, totalmente despejada de árboles.
Atravesamos Tres Cantos y nos incorporamos al carril bici que viene de Colmenar Viejo para hacer la primera parada en la estación de renfe de El Goloso, lugar donde Chema nos abandona para volver a Alcobendas y donde Nano se incorpora a hacer la última parte de la ruta. No quiere perderse la bajada a El Pardo.
Cogemos un camino que sale detrás de la estación con el objetivo de quitarnos algo de carril bici y llegar a la estación abandonada de Valdelatas. A los pocos kilómetros de rodar por el camino, Nacho sufre un pinchazo y tenemos que parar durante unos minutos. Esta vez no hubo grabación como en la semana anterior, sin Felipe para hacer de comentarista no hubiera sido lo mismo.
Después de rodar durante varios kilómetros paralelos a la M-40 por el GR-124, nos cruzamos con la carretera de Fuencarral a El Pardo. Aquí cogemos una bajada que nos encanta, y que no hace falta que describa ya que por suerte llevaba mi cámara encima.
Ya en el Pardo, hacemos una parada técnica para recargar bidones y retomamos la marcha por la dura subida del GR-124. Con casi 50km en las piernas y primeros síntomas de cansancio, aún nos tomamos la licencia de tirarnos ataques en los repechos más complicados. Al cruzarnos otra vez con la carretera de el Pardo a Fuencarral, decidimos bajar por ella hacia el Anillo Verde Ciclista que pasa por Montecarmelo y desde ahí, pedalear hacia Valdelatas por debajo del entramado entre la M-40 y la carretera de Colmenar.
Justo en la entrada del Monte de Valdelatas nos encontramos con Jose Manuel. Le pillamos metiendo su bici en el maletero del coche después de su ruta individual. Después de un rato de charla, nos despedimos y afrontamos los últimos kilómetros de la ruta. A destacar otro pinchazo sellado con éxito por el sistema tubeless—aunque el susto de ver salir el líquido a presión no nos lo quito nadie—. Qué gozada.
Acabamos la jornada comiendo un bocadillo en un bar ya que se nos ha hecho demasiado tarde como para presentarnos en casa a comer. Aprovechamos para comentar nuestros humildes progresos, y es que nos encontramos muy bien al finalizar la ruta. Monegros con 120km y el Soplao con 165km serán otra historia...
RUTAS POR LA ZONA
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