A todos nos gustan los retos. Son éstos los que hacen que entrenar tenga sentido. Salir solo, o un día lluvioso, o cuando la jornada laboral nos deja agotados es duro. Pero un objetivo en mente hace que merezca la pena pasar horas encima de la bicicleta y es una excusa perfecta para disfrutar aún más de lo que hacemos. Con motivación, todo es más sencillo.
Ha llegado el reto para 2012: nos apuntamos a los 10.000 del Soplao.